Para solucionar un conflicto, hay que entrar en el corazón de ese conflicto y ponerse a la escucha de su latido!

Cada situación problemática es completamente distinta y solicita ser escuchada desde sí misma, como un fenómeno único y bien singular. Tiene por decirlo así, su propia melodía, su propio ritmo y su lógica interna particular.

Nuestra tarea inicial va a ser afinar el oído para que el corazón del asunto encuentre un espacio para resonar. Lograr distinguir aquello que en el fondo sostiene lo fundamental de tu propio ruido personal.

Así te será más fácil esclarecer aquello que te confunde de lo que te ayuda, lo que te enreda en actitudes inútiles o contraproducentes de lo que en verdad te orienta y fortalece. Te ayudará a ordenar las ideas, detectar cegueras importantes y distinguir aquellos caminos que no te llevan a ninguna parte o bien son aparentes atajos sin salida. En otras palabras, separaremos el trigo de la paja, lo esencial de lo circunstancial, lo provechoso de lo improductivo, lo que te confunde y aliena de lo que te facilita mayor capacidad de discernimiento y lucidez.

Hay formas de mirar que crean visión y formas de mirar que crean confusión.

Cuando sentimos una dificultad, una situación conflictiva o dolorosa, ésta pertenece a una dimensión que está fuera de los límites estrechos de la lógica personal. Desde nuestra consciencia ordinaria, común, es decir subjetiva, sesgada por nuestra personalidad, por nuestros condicionamientos y patrones afectivos perdemos de vista lo sustancial y la dinámica interna que habita en nuestra realidad anímica.

Por eso los conflictos siempre se resuelven a otro nivel. Allí donde emerge una conciencia nueva, más refinada, capaz de situarse a un nivel muy distinto del yo, de nuestros estilos de consciencia habitual, y alcanza una visión más atenta y precisa. Nuestra mirada es capaz de abrirse a la verdad profunda que habita en cada situación dolorosa o difícil y nos posibilita el acceso a lo esencial de lo que está ocurriendo. Nos ofrece una comprensión más profunda de nuestros problemas y conflictos al desvelar su estructura, el entramado, la lógica profunda que los sostiene.

Una conciencia que me permite estar "abierto a la existencia" como decía Heidegger y que nos sitúa a un nivel muy distinto del yo que puede abrirse a escuchar, no la historia que yo me cuento, si no a la verdad que habita en cada acontecimiento, en cada circunstancia particular que llega a mi encuentro en la vida! Una consciencia que si bien apunta al yo, al sujeto concreto que uno es, también lo traspasa.

Y desde allí las dificultades que vivimos se muestran desde otro filo, nos muestran los vínculos profundos en los que estamos enredados sin saberlo. Vemos por ejemplo cuál es la dinámica oculta detrás de la angustia, un síntoma, una adicción, la dinámica oculta detrás de un problema de pareja, del fracaso, de la depresión...

De manera que podemos situarnos a un nivel más cercano a la realidad de lo que nos ocurre, para afrontarla mejor y resolver aquello que verdaderamente tengamos que resolver, cambiar aquello que verdaderamente tengamos que cambiar y transformar lo que verdaderamente tengamos que transformar.

Cualquier situación problemática o dolorosa que se presenta es un fenómeno que necesita ser acogido por el corazón y fecundado por la consciencia.

Esto también significa que a diferencia de otros psicoterapeutas no voy a aplicar teorías ni voy a diagnosticarte o analizarte. Más bien, te doy el espacio y el tiempo para hablar y ser escuchado con el fin de abrir un horizonte mayor que te permita una mejor auto-comprensión de ti mismo y tu situación. Juntos ahondaremos en ella para que puedas resolver de la manera más adecuada los desafíos o adversidades que la vida te presenta.

Lo que voy a hacer es comprometerme contigo en una relación real y sin prejuicios en los que abordar aquellos aspectos de tu vida que veamos necesarios para trabajar y ayudarte a encontrar una manera de vivir una vida más plena y acorde con tu realidad. Juntos exploraremos tus inquietudes y dificultades para lograr cambiar lo que deseas cambiar y fortalecer aquello que tiene valor para ti.

En resumen, la tarea consiste poder restituir cierto orden, es decir cierta coherencia entre el plano del yo y el plano del alma, la existencia y la realidad de la vida. Si logramos esto, no evitaremos que en un futuro nos encontremos con otras dificultades, problemas o desafíos, pero al menos estaremos más preparados para que cuando lleguen tengamos más agudizados los sentidos y abierta nuestra consciencia para afrontarlos con más entereza, serenidad y lucidez.


* Mi práctica terapéutica adopta el punto de vista de la fenomenología psicológica y aunque integra aspectos de otros enfoques que considero valiosos sigue la corriente abierta por el psicólogo Wolfgang Giegerich y su visión de una psicología como disciplina de la interioridad. Aquí he tratado de expresar de forma sencilla y accesible cuál es mi particular aproximación en consulta siguiendo mi experiencia personal.


Cualquier duda o pregunta puedes ponerte en contacto conmigo. Llámame o escribirme un mail o por Whatsapp y te atenderé con mucho gusto.




© 2022 Alberto Arenales 
Todos los derechos reservados  
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar